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Galería Blanca Berlín | Próxima exposición | Luis González Palma | 25.05.2024 | PHE'24

© Luis González Palma. MAYA, 2023. Cortesía Blanca Berlín.

Próxima exposición en la Galería Blanca Berlín, incluída en la programación de PHotoEspaña 2024.

Luis González Palma "…una isla hecha de agua".

25.05.2024 – 25.07.2024

Inauguración: 25 de mayo, a las 12h. con la presencia del artista.

C/ Limón, 28. Madrid. 

Todo, absolutamente todo lo que hago, lo hago con ese fin. Ser una isla de agua en un mar violento y calmo. Convertirme en algo que se disuelve, formar parte de la mente del mundo. Necesito esa aventura, la inmensa y profunda experiencia de naufragar y salir ileso.

Luis González Palma (2023)

Con estas palabras el autor guatemalteco nos sitúa frente a una colección de imágenes que resumen su reflexión sobre la mirada, la historia, la introspección y la representación de lo no visible. Una fotografía profundamente meditativa que juega con los sentidos y donde la palabra cobra protagonismo, transitando indistintamente entre la figuración y la abstracción.  

Los proyectos más recientes han sido concebidos con el deseo de que la imagen contenga, y de alguna forma recalque y exprese, lo invisible. El olor del pino es lo que escuchas (2023) y …Una isla hecha de agua (2023), se afanan en mostrar los aspectos visuales de un mundo que nos está vedado sin el aporte de la tecnología. Una aventura microscópica que se esconde en las anotaciones que generalmente se encuentran en el reverso de las fotos familiares. Universos enteros en pocos gramos de materia.

La indagación sobre el sonido y su materialización plantea un territorio de experimentación para el artista. En Una luz que tiembla (2023) transforma la actividad sísmica de la superficie lunar en una sonoridad simbólica y poética, generando un acto estético de carácter musical. Como si del proceso inverso se tratara, en El canto del Quetzal (2023) hace del sonido una escultura que representa esas vibraciones que nos estimulan y nos conectan con un ámbito mitológico. 

La evocación de un haiku, “huesos de aire, el colibrí descansa, la rama tiembla”, sirve de inspiración para la serie Los huesos del agua (2022). La idea es crear una obra en comunión con el viento y la naturaleza, en donde la subjetividad del creador no se imponga, en donde lo que se registre sea la contingencia de nuestra propia vida. Mientras, con MĀYĀ (2021) el autor se inscribe en la tradición filosófica proponiendo una reflexión particular sobre la imagen. El proyecto versa en torno a la idea de concebir la realidad como ilusión. No vemos lo que vemos, vemos lo que necesitamos ver. Toda realidad es una ilusión y toda representación será, por tanto, una doble ilusión. 

La figuración que de las constelaciones hace Luis González Palma es siempre una abstracción. Lo ha sido en todas las culturas a lo largo de la historia, ya que ha servido para darle un sentido simbólico al firmamento y a su relación con el infinito. Koan (2016) es una pregunta sin solución lógica en la filosofía Zen. La utiliza para hacer una reflexión visual a partir de fotografías astronómicas en las que la geometría se liga a lo sagrado. Sin embargo, en Imagometría celestial (2021) expone un firmamento que gira en torno a la imaginación, abstracciones que podrían habitar un cielo infinito y personal. Inexistentes, pero que habitan en los sueños del autor.

El recorrido se completa con las escenas colmadas de experiencias psicológicas de Jerarquías de intimidad (2004-2005) y los retratos cargados de emoción, intensidad subjetiva y fuerte carácter lírico de Möbius (2014).

La palabra y la experiencia fundamental sostienen toda esta aventura visual en la que Luis González Palma naufraga y sale inmenso. 

 

Luis González Palma

Nacido en Guatemala en 1957. Desde sus comienzos mi trabajo ha sido una reflexión sobre la mirada. ¿Cómo se construyen, en nuestra experiencia interna, unos ojos que nos miran fijamente? ¿Cómo se interpretan y elaboran, en nuestro interior, las sombras, los brillos y toda la geografía implícita en cada fotografía? Si nuestra forma de ver se confecciona desde lo social y lo cultural, podemos concluir que toda mirada es política y que toda producción artística está sujeta a este juicio. La mirada como poder. Desde ahí, puedo sentir que la obra de arte es una posibilidad para evidenciar esto, para cuestionar nuestra manera de ver, para interrogar a la historia que ha producido todas estas graduaciones de la mirada y por ende, nuestras formas de reaccionar ante el mundo. En mi proceso artístico he intentado crear imágenes que invitan a ser examinadas a través de lo que llamo “contemplación emocional”, dándole a través de la belleza de las mismas el sentido de su forma. A través de los años he construido escenarios y modificado ciertos rostros para crear imágenes que permitan otras percepciones del mundo, otras formas de comprenderlo, y de modificarlo internamente. 

Más información blancaberlingaleria.com